Ayer ibamos a contactar una señara. Se llama Ofelia, yo ni siquiera tenia idea de donde era su casa... Solo me habian dicho donde mas o menos era... Me habian dicho que era una casa que afuera tenia flores anaranjadas y que a la par hay un perro dalmata.
Yo ya habia pasado miles de veces por ahi pero nunca habia visto a un dalmata... Entonces ibamos caminando y por primera vez en mis casi 6 meses que he estado aquí el dalmata ladró y pudimos saber donde era la casa. Cuando voltie mi cabeza vi la casa con flores anaranjadas afuera. Tocamos la puerta y salió Ofelia. Compartimos con ella y le fortalecimos.
Elena fue un milagro en verdad. Dios en verdad nos la confió.
Nuestro pastelón, comida típica de Republica Dominicana |