Anoche fuimos a bailar como cada Viernes usualmente, estabamos pasándola bien dentro del baile, pero luego se vino el calor de toda la gente saltando, asi que decidimos salir a darnos un aire. Empezamos a conversar acerca de cosas que justamente están ocurriendo en su vida, y me dijo que yo le doy paz... Que conmigo siente una paz que no sabe que es.
No es la primera persona que me lo dice, de hecho me lo han dicho muchas personas a las cuales me he acercado mucho y me he descubierto como lo que soy. Me preguntan que será eso que sienten conmigo y pues mi respuesta por lo general es que se debe a que soy una persona con una actitud muy positiva. Ahora bien, el autor en realidad de ese sentimiento es el Espíritu Santo, son los frutos del espíritu que se me conceden cuando estoy digna de su compañía. Eso me lo confirmó mi maestro de Instituto en una de sus clases, y me dijo de que el Espíritu Santo se encuentra con nosotros más tiempo del que pensamos. Es un don que se nos concedió para acompañarnoss y guiarnos.
Me siento muy agradecida por saber eso ya que cada uno de mis días han dado buenos resultados, he salido con bien de mi casa, me he desempeñado en lo que me corresponde y he llegado con bien. No me cabe duda que ha ha sido por la influencia constante del Espíritu Santo.
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