Nací para ser real, no perfecta. Me juego la vida y juego al amor. Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona. Te llega lo que te gusta y te quedas con lo que te gustó.
La tempestad y la calma hoy en día son casi la misma cosa. No entiendo de metáforas ni de alegorías. Ya me cansaron los acertijos que no se adonde van. No prefiero cosas imposibles, aunque al fin y al cabo todo es posible... Pasará solo si lo hago suceder.
A estas alturas ya llegué al nivel en que el amor nace del deseo repentino de hacer lo eterno pasajero como dice Ramón Gómez de la Serena. Como también dicen por ahí que no es necesario el roce de los cuerpos para sentir lo que es el amor. Y Prince Royce dice que son las cosas pequeñas, un te quiero, un te extraño...
"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres empezaré a ser feliz." -El Principito.
Hoy ando muy textual que podría comerte a versos... Alguien dijo eso también.
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