sábado, 26 de enero de 2013

Recopilación

Aquel día...  Sentada en silencio pero pensandote a gritos. Desafortunadamente no te podes quedar conmigo, soy una soberbia rendida porque continuo sin tu amor. Llegabas cuando ya no te necesitaba y me preguntabas si nos podíamos ver después y aunque quería no sabía si de verdad te quería ver. Quería que me dijeras algo que me hiciera sentir bien pero ni necesidad de eso había, solo verte y sonreir el uno al otro era como que todo estuviera normal.

Nací para ser real, no perfecta. Me juego la vida y juego al amor. Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona. Te llega lo que te gusta y te quedas con lo que te gustó.

La tempestad y la calma hoy en día son casi la misma cosa. No entiendo de metáforas ni de alegorías. Ya me cansaron los acertijos que no se adonde van. No prefiero cosas imposibles, aunque al fin y al cabo todo es posible... Pasará solo si lo hago suceder.

A estas alturas ya llegué al nivel en que el amor nace del deseo repentino de hacer lo eterno pasajero como dice Ramón Gómez de la Serena. Como también dicen por ahí que no es necesario el roce de los cuerpos para sentir lo que es el amor. Y Prince Royce dice que son las cosas pequeñas, un te quiero, un te extraño...

"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres empezaré a ser feliz." -El Principito. 

Hoy ando muy textual que podría comerte a versos... Alguien dijo eso también.


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